Nos encontramos ante un momento político clave en España, ya que tenemos ante nosotros la llegada de, en casi todas las comunidades autónomas – menos en el País Vasco, Galicia, Cataluña, la Comunidad Valenciana y Andalucía, donde ya se realizaron en otros momentos las elecciones autonómicas –, los únicos 4 procesos electorales que tiene la democracia.
Este año, además, va a ser el año donde se verá el desenlace de lo que lleva aconteciendo desde 2011, que es, más o menos, el año cuando se comenzaron a ver las reacciones a la crisis económica y las medidas para enfrentarse a ella. Podemos ver estos últimos años como una continuación de acciones y reacciones, y apreciamos así que cada hecho acaecido es fruto de uno anterior. Desde los primeros síntomas de la crisis económica hasta las protestas ciudadanas por las políticas de recortes y austeridad; a la institucionalización del 15M, esto es, la representación de las exigencias ciudadanas, en Podemos; al crecimiento de Ciudadanos como polo opuesto a Podemos y como alternativa al cada vez más decadente Partido Popular; a las conflictivas elecciones y la finalización de ese periodo electoral con el último momento de gloria del Partido Popular; al conflicto interno del PSOE; a la Declaración de Independencia de Cataluña y la aplicación del artículo 155; a la moción de censura del PP y el comienzo del gobierno del PSOE de la mano de Podemos y de los principales partidos autonómicos; al crecimiento de Vox como alternativa radical a la desestabilidad nacional; y, por último, a la caída electoral de Unidas Podemos. Todos estos hechos y muchos más están interrelacionados en el entramado político de estos últimos 5 años, que a su vez son consecuencia de lo ocurrido antes de 2014.
Y así nos encontramos en la primera mitad de 2019, con 5 partidos con capacidad de sacar escaños a nivel nacional, municipal y autonómico –ignoraremos para este artículo las elecciones europeas–. En este punto, tenemos una derecha dividida en 3 partidos, y una izquierda cada vez más absorbida en el PSOE, mientras que Podemos, según las encuestas, va obteniendo cada vez peores resultados.
Podríamos resumir los puntos fuertes de estos partidos de esta manera:
- PSOE:
- Único partido de corte izquierdista moderado.
- Ha dejado de lado sus conflictos internos (que dan una imagen pésima de cara a los ciudadanos).
- Una gran base de votantes y muchos territorios donde es hegemónico.
- Se ha vuelto la mejor alternativa de voto para el votante de izquierdas, por la declive de Podemos.
- Es capaz de absorber discursos de gran peso social, como el feminismo.
- PP:
- Partido histórico con una base de votantes fieles.
- Derecha moderada, conservadores, pero no extremistas.
- Han gobernado durante años, con lo que demuestran su experiencia gestionando.
- Imagen de unidad de partido (aunque esto se haya resquebrajado después de la ida de Rajoy).
- Partido conocido para el votante medio, por lo que puede llegar a darse la elección de lo conocido antes que de lo desconocido, de modo que saldría beneficiado.
- Ciudadanos:
- Han sabido captar el voto liberal joven.
- Una imagen de centrismo y moderación que gusta mucho a los votantes.
- Un partido representativo para los europeístas.
- Completamente adaptable a los acontecimientos, capaz de unirse con casi cualquier partido.
- Es capaz de absorber discursos considerados importantes en la sociedad.
- Vox:
- Goza del efecto Podemos, desconocido electoralmente, salvo en Andalucía, y da la impresión de que puede obtener muy buenos resultados.
- Alternativa para todos los ciudadanos ultraconservadores que no se sentían representados en el PP.
- Gran empleo de los medios de comunicación y las redes sociales para darse a conocer.
- Ha sabido reducir su mensaje a cuestiones clave de gran interés para los ciudadanos, y, además, omite su postura sobre los temas que le harían perder popularidad (véase su postura en cuanto a determinados servicios públicos).
- Ofrece estabilidad social, que, ahora mismo, es deseada por un gran sector de la población, debido a los distintos problemas políticos y sociales de España y Europa.
- Partidos “similares” están teniendo éxito en el mundo.
- A pesar de no ser un partido nuevo, es la “novedad”, el centro de las miradas.
- Unidas Podemos:
- Es el partido que mejor representa las ideologías que tienen mucho peso en nuestra época, por ejemplo, el ecologismo y el feminismo.
- Simboliza el inconformismo con el estatus económico y social actual, y propone reformas muy atractivas para gran parte de la población (subida del Salario Mínimo Interprofesional, por ejemplo).
- Tiene unas figuras clave muy carismáticas y conocidas (este hecho es imitado por otros partidos como Ciudadanos y Vox, ya que, teniendo pocas cabezas visibles en la organización, se limita y se simplifica el mensaje y la capacidad de contradecir internamente el mensaje, y permite facilidad al ciudadano a la hora de reconocer el partido –los representantes se convierten en símbolos del partido, como si de un logo se tratasen–).
Y las debilidades de estos partidos son las siguientes:
- PSOE:
- Ha visto minada la confianza de los votantes por los múltiples casos de corrupción.
- Presenta incoherencias en ciertos temas, como, por ejemplo, en el caso del conflicto catalán.
- Se perdió confianza en el partido después de los conflictos internos de liderazgo.
- PP:
- El presidente, Casado, no tiene muy buena aceptación ni cara a la opinión pública, ni cara a parte de sus votantes.
- Las parcelas donde se sitúa ideológicamente puede ser y está siendo robado por los otros partidos de derecha.
- Partido inundado de casos de corrupción, que le ha hecho perder muchísima confianza ciudadana.
- Ciudadanos:
- Incoherencia a la hora de situarse políticamente, lo que puede hacer que pierda votantes según qué temas trate o con qué partidos pacte.
- Su ideología europeísta, así como las características políticas generales del partido, pueden encontrarse también en casi todos los demás partidos.
- Vox:
- Varios casos de miembros del partido relacionados con la extrema derecha, lo que influye en manchar la ya de por sí mala imagen de la organización.
- Ha obtenido resultados muy malos las veces que se ha presentado a las elecciones, pero, después de los cambios que ha conseguido en 2018 y 2019, existe un gran desconocimiento en torno a qué resultados conseguirá en 2019 –quitando la muestra de Andalucía–.
- Rechazado en gran medida por un amplio sector de la sociedad y de la opinión pública.
- Imagen de tener una ideología extremista que hará que pierda votantes moderados y atraiga a los conservadores más radicales.
- Unidas Podemos:
- Plagado de conflictos internos que han hecho que muchos de sus antiguos votantes vayan a votar al PSOE o decidan por abstenerse.
- No han sabido aprovechar la situación de la que gozaba después de las elecciones de 2014, donde vivió su época dorada.
- En vez de centrarse en los motivos por los que fueron votados, – buscar solución a la situación de desempleo, precariedad laboral, bajos salarios…– han dejado de lado esos temas y se han centrado en cuestiones que parte de sus votantes no han considerado trascendentes.
Este sería el esquema básico de las cuestiones fundamentales a las que se enfrentan estos partidos de cara a las elecciones que vendrán los próximos meses. A modo de resumen se puede finalizar notando que, lo más carismático de este momento político es que no existen grandes diferencias entre algunos partidos, por lo que, están en un momento en el que su máxima prioridad es captar los votantes del PP, Vox y Ciudadanos, si el objetivo son los votantes de derechas; y, por el otro lado, captar a los votantes de Podemos, Ciudadanos y PSOE, si se trata del votante de izquierdas –todo esto incluyendo a los votantes de “centro” –.
Que esta sea su intención es un hecho clave de la situación política actual de la democracia española, ya que, en su incapacidad o falta de interés de movilizar a un gran porcentaje de la ciudadanía que se abstiene, los partidos vigentes se centran en el trasvase de votos, esto es, en “robar” los votantes a los otros partidos.
En cuanto a la derecha contemplamos que, si Vox tiene buenos resultados, no es por sus medidas económicas, donde no se llega a alejar mucho de, por ejemplo, Ciudadanos, sino que, los obtendrá por su conservadurismo social y su nacionalismo. Su reclamación de lo nacional no tiene una connotación europeísta, como la de Ciudadanos, pero, es igualmente pro-europeo, aunque quiera dar la impresión de ser euroescepticista, como sus homólogos franceses o italianos. En definitiva, el voto a Vox es el voto al conservadurismo social, ya que tampoco difiere mucho del PP o Ciudadanos en muchas cuestiones económicas y sociales. Y ahí podemos ver los intentos del PP de ganarle terreno en el área de lo conservador, haciendo declaraciones polémicas sobre la inmigración, el aborto, etc. Como se ha afirmado, el PP intenta captar a los votantes de Ciudadanos y Vox, los de Vox a los de Ciudadanos y a los del PP, y Ciudadanos, a los del PSOE y a los del PP.
Por otro lado, en la izquierda, si bien hace unos años Podemos, en menor medida, y Ciudadanos consiguieron ganarse a parte de los votantes del PSOE, en estos últimos meses se está dando lo contrario, que parte de los votos a Podemos vayan al PSOE. Así, el PSOE y Ciudadanos luchan por la hegemonía del centro, y, mediante la absorción de la principal arma del Podemos actual, la defensa de los derechos sociales y civiles, pretenden eclipsar a Podemos.
Y, en la recta final antes de las elecciones, otro de los objetivos de los partidos es atraer a los indecisos, que forman, según las encuestas, el 25% del electorado. Además, vistos los sondeos, es correcto afirmar que la clave después del 28 de abril serán los pactos, ya que ninguno de los partidos espera obtener la mayoría absoluta.