En cuanto comenzaron a escrutarse los datos electorales gran parte de los progresistas respiraron aliviados, ganaba la izquierda y el “Trío de Colón” perdía las elecciones, se había derrotado al “fascismo” de Vox y las llamadas a la participación en la izquierda habían surtido efecto movilizando al electorado progresista por miedo. No voy a entrar en un debate sobre si Vox es fascismo o no, que yo puedo afirmar que no lo es, pero como no es la cuestión del debate actual me centraré ver aspectos positivos de estas elecciones y también en tratar de bajar de las nubes muchos que ayer celebraban unos datos electorales que consideraban una clara victoria de la izquierda.
“Ha ganado el amor y la diversidad al fascismo y el odio” era una de las variantes del mantra repetido ayer por todo el electorado progresista cercano al Partido Socialista Obrero Español, y parte de razón existía en él. Pero creo que para clarificar es mejor hacer un análisis formación a formación para ver quién gana en esta noche electoral y quien pierde:
Comparativa de las Elecciones Generales de 2016 y 2019
2016 | 2019 |
PSOE + Podemos = 10.474.443 | PSOE + Podemos = 11.213.684 |
PP + C’s = 11.029.954 | PP + C’s + Vox = 11.169.896 |
2016 | 2019 | |
PSOE | 22,7% (85) | 28,7% (123) |
PP | 33,0% (137) | 16,7% (66) |
Podemos | 21,1% (71) | 14,3% (42) |
Ciudadanos | 13,1% (32) | 15,9% (57) |
Vox | – | 10,3% (24) |
Partido Socialista Obrero Español. El gran vencedor de la noche, ha conseguido pasar de 85 escaños a 123 en un contexto en el que a su candidato hasta hace poco lo daban por muerto y al partido en descomposición. Ha sabido lamerse sus heridas y ha compuesto un buen equipo, que liderado por Iván Redondo ha sabido hacer buenos movimientos y plantear una campaña polarizada con Vox que ha movilizado a muchos antiguos abstencionistas socialistas y a muchos votantes de Unidas Podemos que hicieron “voto útil” a los socialistas y les prestaron un voto por la situación de emergencia nacional que estaban percibiendo.
Partido Popular. El gran perdedor de la noche con mucha diferencia, ha perdido más de la mitad de los escaños que tenía y un 40% aproximadamente de los votos de 2016. La irrupción de Vox les ha robado muchísimos votos, ya que ese partido se nutre principalmente de estas filas y Ciudadanos también se ha beneficiado. Difícil lo tiene Pablo Casado para poder reconstruir este partido al que parece que le quedan solo dos opciones: Dar un gran lavado de cara en el cual haya grandes cambios o un lento desangramiento que acabará con parte de sus militantes y miembros desertando a filas de un lado y otro.
Ciudadanos. El vencedor de la derecha, se queda a 9 escaños del Partido Popular y a menos de un punto porcentual. Todo esto con escasos casos de corrupción, una mejor valoración de sus siglas y más cercano al centro que los de la gaviota. Durante las municipales y autonómicas la pugna estará muy igualada y de esos resultados se verá quien vence en el territorio de la derecha.
Unidas Podemos. El gran perdedor en la izquierda, que además parece no hacer autocrítica. Las expectativas de la formación morada eran muy malas, parecía que iban a quedar quintos en las elecciones y no parecía una locura pensarlo. Las puñaladas dentro de la formación, la crisis catalana que ha desangrado al partido en esa comunidad y la ausencia de Iglesias trajeron una inestabilidad al partido que parecía que no llegaría vivo a las elecciones. La campaña ha servido para no dar por muerto al partido y para darle un voto de confianza a Iglesias como líder, ya que considero que estos resultados podrían haber sido mucho peores si Iglesias no hubiera participado en los debates electorales ni hubiera liderado la campaña electoral.
Vox. No han cumplido sus expectativas, se postulaban a intentar liderar la derecha electoralmente, ya que percibían que iban a sacar entre 40 y 70 escaños, y se han quedado en 24 escasos escaños, lo cual les deja en un puesto complicado para mantenerse en los siguientes comicios
Una vez visto los datos electorales, paso a hacer mi valoración de estos, ya que aunque la fachada de estos resultados sea bonita, tiene unas deficiencias en sus cimientos bastante notable.
En primer lugar la derecha no ha perdido votos, sino que ha ganado más de 100.000 en unas jornadas en las cuales se supone que ha tenido una “derrota histórica”. El problema de la derecha ha sido que su voto se ha fragmentado tanto que debido al sistema electoral y a las circunscripciones en mayor medida ha permitido que el PSOE lidere en solitario muchas circunscripciones de tamaño medio. En esto Vox ha tenido mucha influencia, ya que en muchos lugares ha beneficiado al PSOE su aumento en votos (véase el caso de Ceuta). Aun así la derecha gana políticamente en discurso y Vox es el gran vencedor ahí ya que ha conseguido que se hable de inmigración, de centralismo y de los “chiringuitos feministas”, desplazando más a la derecha a los dos partidos que se unieron en Andalucía. Por lo tanto, aunque la derecha haya perdido en escaños en votos está muy cerca de la izquierda y además se ha endurecido políticamente y ha añadido a un partido radical que controla los temas a tratar en campaña.
En el ámbito de la izquierda el Partido Socialista le ha comido la tostada a Unidas Podemos, el miedo a Vox y su magnificación promovida por el PSOE les ha servido actualmente para ganar estas elecciones, pero esta estrategia tiene un peligro que parece que el PSOE no ha pensado mucho, que es la abstención. La abstención suele ser mayor en la izquierda, en estas elecciones el electorado se ha movilizado por miedo a Vox pero si estos datos de participación en la izquierda no se mantienen en los siguientes comicios puede haber un vuelco electoral a la derecha que además ahora está radicalizada discursivamente como ya comenté anteriormente. Además no se puede hacer campaña electoral en base al miedo durante mucho tiempo, y parece que el PSOE va a tirar de triunfalismo por sus resultados actuales y de miedo a Vox para todos los comicios que quedan cercanos, lo cual me parece una estrategia bastante pobre si creemos en una verdadera democracia. El Partido Socialista debe ofrecer algún horizonte de cambio y progreso porque muchos le han prestado el voto en estas elecciones simplemente por “voto útil” y ese préstamo no va a ser eterno.
¿Es el PSOE la izquierda que merece el país? Yo creo que no, aunque lo contabilice en ese bloque ideológico al recontar votos no lo considero como tal. Solo los más hooligans pueden negar todo su papel durante la Transición de partido del Régimen, siendo este el que fue más lejos en las reformas liberalizadoras durante 1980 que destrozaron todo el tejido público español, además de la mentira de la OTAN, de la cal viva y la guerra sucia contra el terrorismo, y también de asumir que el mercado privado debe ser el motor económico principal de un país. Es un partido que ha usado las siglas más dignas de nuestra nación, de lucha contra el fascismo y la dictadura, para luego actuar como una banda privatizadora mafiosa. Pero ya en 2019 no podemos catalogar a un partido de izquierdas simplemente porque use unas siglas “de izquierdas” sino por su programa y como lo ha llevado a cabo y si lo ha cumplido o no, y en ese balance el PSOE sale muy perjudicado por sus propias acciones.
Finalmente, para poner los pies en el suelo creo que debemos ver que la derecha no ha sido vencida electoralmente de manera definitiva y mucho menos ideológicamente ni discursivamente, que es donde está más fuerte. El problema de Cataluña va a seguir ahí, y Vox lo va a exprimir al máximo para sacar rédito electoral, y aunque Vox no es el Fascismo que nos ha vendido el PSOE en campaña electoral es un partido que puede seguir escorando a los dos partidos de la derecha española a radicalizarse en sus postulados económicos, los cuales considero un grave peligro para el sostenimiento de los servicios públicos que tiene nuestro país.