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La soberanía monetaria y el ‘Leviatán invisible’. La política de la teoría del dinero de Marx

Texto de Jack Copley

Traducción por Áurea Audomara


El cambio climático les ha impreso una nueva urgencia a los debates sobre la relación entre el dinero y el Estado, por una buena razón[1]. Dentro de los confines de la sociedad capitalista, el dinero es el único medio a través del cual se puede abordar esta catástrofe. Con su habilidad única para disponer recursos y trabajo, el dinero inviste a su portador de un poder social incomparable para perseguir fines dados. Expandir una infraestructura de energía renovable o descarbonizar los procesos industriales es, en gran medida, una cuestión de crear y dirigir una cantidad apropiada de dinero hacia los lugares adecuados, sea a través del gasto público o de la movilización de riqueza privada. Encauzar el dinero de este modo es inimaginable sin enlistar al Estado –la institución que disfruta de la prerrogativa y porta la responsabilidad de gobernar los asuntos monetarios de la sociedad. Así, ha habido un resurgimiento reciente del debate entre la economía heterodoxa y la economía política en torno al concepto de soberanía monetaria, guiado en parte por un impulso normativo a reconsiderar cómo los poderes monetarios del Estado se podrían esgrimir para hacer frente a los desafíos medioambientales y sociales.

            El guante lo han arrojado quienes proponen la Teoría Monetaria Moderna (TMM), insistiendo en que las capacidades monetarias del Estado sólo están restringidas por ideas equivocadas y limitaciones de recursos (Wray, 2002; Mitchell y Fazi, 2017). Los Estados soberanos tienen dentro de sus facultades abordar el cambio climático, la pobreza y un conjunto de males sociales –si tan solo las palancas de la gobernanza monetaria pudieran democratizarse o al menos quedar aprehendidas por los agentes políticos adecuados. Otras aproximaciones poskeynesianas, así como estructuralistas, han rechazado algunos aspectos del análisis de la TMM, sosteniendo que muchos Estados encuentran su soberanía monetaria restringida por sus posiciones dentro de una jerarquía global de monedas nacionales (Prates, 2020; Vernengi y Pérez Caldentey, 2020). Para ejercer con propiedad el control del Estado sobre el dinero con vistas a fines justos, es necesaria una serie de reformas globales de un sistema monetario internacional desigual. Por último, para quienes se asocian a la aproximación crítica a las macrofinanzas, la soberanía monetaria ha quedado reconstituida por el carácter crecientemente privado, deslocalizado y frágil de la creación de dinero contemporánea (Pistor, 2017; Murau y van ‘t Klooster, 2023). Tales abordajes expresan dudas acerca de la posibilidad de rescatar una forma de soberanía monetaria sin constricciones, westfaliana, del orden monetario propenso a la crisis y desterritorializado de hoy día. En general, estas literaturas han planteado argumentos importantes sobre la posibilidad de instrumentalizar la gobernanza del Estado sobre el dinero como un medio para la emancipación. Eich (2022: 213-214) capta bien la tónica general del debate en su llamada a una ‘democratización del poder monetario’ y a un intento de imaginar de nuevo el dinero como ‘un bien público cuya provisión tiene que cumplir los estándares de la justicia social’, a pesar de los obstáculos que se interponen actualmente en esta visión.

            El objetivo de este artículo es evaluar este debate a la luz de la teoría del dinero y del Estado de Marx, tomando en particular de las interpretaciones del marxismo abierto y el marxismo político (Clarke, 1988; Bonefeld, 2014; Burnham, 1995; Meiksins Wood, 2016). Este artículo no defiende que los escritos de Marx ofrezcan una consideración técnica superior del nexo moderno entre Estado y dinero. Aunque hay pensadores marxistas como Lapavitsas y Aguila (2020) y Milios (2006) que han brindado abordajes críticos atractivos de diferentes elementos de la literatura heterodoxa, desde el chartalismo hasta la teoría del dinero endógeno, sigue siendo el caso que no hay una línea de investigación académica marxista que rivalice en rigor empírico con los abordajes estructuralistas, poskeynesianos y minskianos de la ‘fontanería’ financiera público-privada del capitalismo (Gabor, 2020). Lo que Marx nos ofrece en lugar de esto, argumentaré, es una teoría crítica de las dinámicas sociales y políticas desplegadas por la estructura técnica del dinero moderno. Las escuelas heterodoxas describen esta estructura monetaria con un grado de detalle esclarecedor, pero no tienen las herramientas conceptuales necesarias para aprehender todas sus implicaciones.


[1] Publicado originalmente en Copley, J. (2024). Monetary sovereignty and the ‘Invisible Leviathan’: the politics of Marx’s theory of money. Global Political Economy, https://doi.org/10.1332/26352257Y2024D000000020. Le agradecemos al autor que nos enviara directamente el manuscrito para su traducción.

[Continuación del texto en: https://contracultura.cc/wp-content/uploads/2024/09/La-soberania-monetaria-y-el-Leviatan-invisible.pdf]

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