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Bosque y fábrica. La ciencia y la ficción del comunismo

Escrito por Phil A. Neel y Nick Chavez publicado en Endnotes

Traducción del inglés de Gonzalo Bárcena y Pepe del Amo [1]


[1] [Nota de los Traductores: En lo que se refiere a conceptos propios de la física o ingeniería de materiales, dado nuestro desconocimiento de la materia, hemos podido cometer errores o imprecisiones a la hora de traducir. Todos los errores propios de dicha tarea asociados al uso de esta terminología, así como otros, han de ser achacados única y exclusivamente a los traductores y editores del texto.]


“Aunque el utópico sí ve los efectos de la sociedad actual (de hecho, Marx elogia respetuosamente a algunos de los maestros del pensamiento utópico), su error radica en deducir la forma de la sociedad futura no de una concatenación de procesos reales que enlazan el curso del pasado con el del futuro, no de la realidad natural y social, sino de su propia cabeza, de la razón humana. El utópico cree que la meta del curso de la sociedad debe estar contenida en la victoria de ciertos principios generales que son innatos en el espíritu humano”.


 — Amadeo Bordiga[1]

Tangibilidades

No importa hacia dónde te muevas. Atraviesas los ecos de la misma habitación enlucida del mismo blanco roto. Hay las mismas cafeterías de madera y cromo. Tus lugares de trabajo son almacenes, oficinas, obras. No importa. Todas cajas huecas llenas de gente arrastrando los pies sangrando esperanza lenta y oscura como la sangre de los órganos. El tipo de rastro que dejan los animales cazados. Como cualquier cosa que huye, buscamos refugio donde podemos. Llegas a casa, al único sótano o armario que puedes permitirte en esta luminosa y maldita ciudad siempre construida para alguien rico —estás empapado de ese suave brillo de fibra de vidrio del lugar de trabajo o envuelto en el suave dolor de un día encorvado sobre el escritorio, sobre el mostrador, sobre las camas de pacientes terminales sacudidos por la lenta agonía de una vida que se les arranca como raíces profundas de un suelo desprendido— y ves algo en una de las aplicaciones que parece un bálsamo, así que lo pruebas. Sacas un proyector barato y proyectas en esa pared blanquecina un vídeo repetido en bucle, la imagen de una ventana y, más allá, la lluvia cayendo suavemente sobre la copa de un bosque verde, los árboles estremeciéndose con el terrible torrente verde de la vida real, el sonido temblando en tus pequeños altavoces como lluvia real, y el triste consuelo estremeciéndose en tu piel como una sensación real cuando pones la mano en la escena y no sientes nada debajo, solo masilla sobre paneles de yeso, blanquecinos.

[ Continuación del texto en: https://contracultura.cc/wp-content/uploads/2023/12/Bosque-y-Fabrica-Endnotes.pdf ]


[1] En: The Science and Passion of Communism: Selected Writings of Amadeo Bordiga (1912-1965), Pietro Basso (Ed.), Giacomo Donis and Patrick Camiller (Trans.), Chicago: Haymarket, 2020, p.453

1 comentario en «Bosque y fábrica. La ciencia y la ficción del comunismo»

  1. Pingback: Forest and Factory: the Science and the Fiction of Communism – Design For Manufracture

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