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Crítica de la Economía Política del Banco Central

Pablo Caño


  1. INTRODUCCIÓN

¿Qué es un Banco Central? El capitalismo occidental ha visto resurgir una institución que el credo neoliberal parecía haber enterrado en el baúl del new monetary policy consensus[1]. La generalización de la independencia formal del Banco Central y del modelo de gobernanza inflation targeting pulverizaron el pasado fiscalista de la institución, terminando de desterrar el keynesianismo como ideología del Estado. Se abrieron paso décadas de gestión marcadas por la obsesión con el 2% de inflación, en las que la política monetaria expansiva de la Golden Age brillaba por su ausencia y la ofensiva de la clase capitalista contra el proletariado tomaba cuerpo de forma cada vez más virulenta.

El también llamado ciclo de acumulación neoliberal se topó con sus propios límites cuando Lehman Brothers, el cuarto mayor banco de inversión norteamericano, declaraba la bancarrota, desencadenando una recesión de consecuencias desastrosas. Es la crisis financiera del 2008 y la organización del modo de producción capitalista occidental comienza a sufrir un proceso de reajuste que toma fundamentalmente dos formas. Por un lado, las instituciones económicas del capital, esto es, las empresas privadas, van a empezar a reestructurar sus balances para poder seguir produciendo de forma competitiva, de tal manera que muchas de las entidades van a desaparecer, mientras que otras encontrarán en el ajuste salarial, la fusión o la adquisición de activos la estrategia de negocio adecuada para sobrevivir. Por otro lado, las instituciones políticas del capital –como lo son el Estado, el Banco Central o el Fondo Monetario Internacional, entre otras– van a reorientar sus políticas de acuerdo con las necesidades que fija el nuevo ciclo de acumulación.

De forma resumida, el capital occidental va a dar cuenta de la necesidad de aumentar el apoyo a la inversión capitalista desde sus diferentes polos de poder político. Gobiernos de todos los colores aplicarán medidas legislativo-presupuestarias para reducir tanto el salario directo e indirecto como el diferido[2], mientras que los Bancos Centrales reducirán los costes de financiación del endeudamiento privado –a través tanto de la fijación bajista de los tipos en el corto plazo, como de la ampliación de su balance. En líneas generales, esta será la reacción del Estado a la crisis de 2008.

Unos pocos años más tarde, concretamente en 2012, el ‘whatever it takes’de Draghi y las políticas que le siguieron tratarán de aplacar la crisis de deuda de los Estados europeos. El resurgimiento del keynesianismo es cada vez más evidente en el bloque occidental y el Banco Central vuelve a ser un actor decisivo en el funcionamiento del capitalismo.

La función expansiva del Banco Central se intensificará tras la llegada de la pandemia[3] con la ampliación de los programas de compras de activos, cuyo objetivo será mantener a flote las condiciones materiales de la acumulación de capital. Finalmente, y llegando al presente en el que el ensayo se redacta, los procesos inflacionarios sufridos en la mayoría de las economías occidentales han obligado a los Bancos Centrales a volver a la senda de la restricción, reduciendo sus balances y subiendo los tipos de interés, lo que es posible que termine provocando una gran recesión.

Por su parte, la Unión Europea y los Estados Unidos han desplegado grandes programas de financiación pública de la inversión competitiva, tratando de mantener viva la llama de los animal spirits de John Maynard Keynes. La fiscalidad ha dado un giro roosveltiano en occidente, pero sin sindicatos, sin refuerzo del poder político de una clase trabajadora desorganizada, sin inversión social masiva y con un nivel de competitividad internacional incomparable con el de 1938. El programa del Nuevo Keynesianismo es el de la intensificación de la ofensiva de clase capitalista, no el de la construcción de un nuevo Estado Social a todas luces imposible. Aquí nos centraremos en la figura del Banco Central en un sentido general. Pero cabe advertir que la dimensión del nuevo paradigma del capitalismo sólo es inteligible cuando política fiscal y política monetaria son estudiadas conjuntamente.

En cualquier caso, esta es la historia reciente del capitalismo occidental –que coincide, como se ha visto, con el resurgimiento del Banco Central en el desarrollo del sistema de dominio capitalista. La pregunta ¿qué es un Banco Central? es a todas luces ineludible para la comprensión del presente, más aún desde posiciones políticamente conscientes de las injusticias que atraviesan la sociedad burguesa y que estudian la realidad desde el prisma de su transformación.

Por ello, el análisis de la institución no puede limitarse a la descripción periodística de sus políticas –aun cuando son acompañadas por una batería de críticas, de corte generalmente moralistas. Si bien el estudio del desarrollo concreto de la institución en cada momento de la historia del capital es imprescindible, este ensayo es el resultado de la necesidad detectada por ampliar la crítica en un sentido más genérico-estructural, para poder explicar en qué sentido el Banco Central es una institución de clase.

El paso por este primer momento de la crítica integral al Banco Central no sólo permite articular las mediaciones conceptuales necesarias para pensar en su política actual como una política contra las clases trabajadoras de forma rigurosa, sino también –y puede que fundamentalmente de acuerdo con los retos actuales de las posiciones por la emancipación– para disipar cualquier ilusión democrática que piense en el Banco Central como espacio para el ejercicio de la libertad.

De esta manera, este es un ensayo cuya única pretensión es hacer una primera aproximación a la figura del Banco Central desde el marco de la crítica de la economía política, señalando su naturaleza, funciones y límites, para poder fijar la institución como estructura histórica del poder del capital y sentar así algunas ideas que puedan contribuir a la política revolucionaria del proletariado.

[Continuación del texto en: https://contracultura.cc/wp-content/uploads/2024/06/CEP-al-BC.pdf]


[1] Para una aproximación de la transición neoliberal en política monetaria, véase el capítulo trece en Saad Filho (2019): «Monetary Policy and Neoliberalism».

[2] Para un análisis de este proceso para el caso español, véase Murillo (2019).

[3] Para un resumen de las políticas del BCE durante la pandemia del equipo de BBVA Research, véase Castillo, Doménech y Jiménez (2021).

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