El sistema fabril no constituye el núcleo de una sociedad futura, sino una máquina que produce no-future
— Endnotes
Las utopías son un bien escaso y el pasado nos pesa tanto que nos agacha la cabeza hacia los libros. En una coyuntura como ésta, la producción teórica de colectivos como Endnotes puede ser un buen punto de apoyo para echar la vista al frente. Desde que la revista ofreció su primer ejemplar al público, ha centrado todos sus esfuerzos en reflexionar acerca de las condiciones de posibilidad de una superación comunista del orden presente. En aquel número presentaba los elementos fundamentales para el estudio de las experiencias de lucha de clases del siglo XX, no para buscar en ellas una estrategia o paradigma adecuado a los tiempos que corren, sino para deshacerse del peso muerto de la historia. Endnotes se resiste a asumir aquel punto de vista para el cual la historia pasada nos brindaría las claves estratégicas del presente, partido que solo se podría tomar bajo el falso supuesto de que el presente es esencialmente como el pasado. Los elementos fundamentales de la sociedad en la que vivimos siguen siendo los mismos, pero la articulación concreta de la relación de clase ha variado desde los tiempos de un movimiento obrero que gozaba de buena salud, variación que a su vez ha producido un cambio en las «condiciones de posibilidad» de la emancipación.
Haciéndose cargo de esta situación, el colectivo pone el foco en las tendencias globales que vertebran la sociedad capitalista, rastreando la naturaleza de las luchas que periódicamente se desenvuelven en ella, desarrollando su estudio uniendo indisolublemente ambos aspectos del proceso histórico. La lógica que domina la sociedad es la de la acumulación capitalista, que se desarrolla a través de la relación de clase entre trabajo y capital como relación de explotación y dominación. Esta relación, o la propia acumulación, tiene una historia, un desarrollo concreto en el tiempo. Y así es que un esfuerzo por captar este desarrollo se convierte en un esfuerzo por pensar los presupuestos, las dinámicas y las perspectivas de lucha. Determinar si la utopía es algo realmente posible, si es, depende de este esfuerzo.
Huyendo de lugares comunes, hasta el punto de revelarse hijo díscolo de la llamada ultraizquierda, Endnotes se sumerge desnudo en el estudio de la cosa misma: los ciclos de lucha deben abordarse desde sus propios presupuestos y partiendo de las apuestas que están en juego dentro de ellos. No obstante, explicar por sí mismas estas luchas daría con el problema de no poder explicar por qué se lucha así y no de otra forma. Las tendencias sociales generales tienen aquí su importancia no como simple contexto, sino más bien como aquello que determina la dinámica interna de la lucha. Es así que, desde una postura comunista, se pregunta por los límites que continuamente se encuentran estas luchas en el proceso de constitución de una fuerza unitaria que supere el momento y la lógica reactivas y las empuje hacia la abolición de la formación social capitalista. A esta acentuada incapacidad de generar unidad, Endnotes la denomina el problema de la composición, problema que ocupa una de las principales preocupaciones del colectivo a lo largo de su labor de reflexión. A nivel más general, el problema queda formulado como la unidad en la separación: la dependencia universal de los seres humanos que viven en sociedad, conviviendo con su indiferencia recíproca. Que esta cuarta entrega de la revista quede nombrada por esta fórmula, «unidad en la separación», nos informa ya sobre su contenido. La pregunta por la separación es una pregunta por la unidad, tal vez constituyendo ambas los interrogantes más generales de la emancipación. Cuestiones que, más allá de su carácter abstracto, lo que persiguen es encontrar el nexo entre las luchas reales y la emergencia de una fuerza unitaria orientada hacia la revolución.
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