Texto escrito por: Grupo de anarquistas de la región de Europa central
Traducción: @frchbrrr
Los anarquistas, dondequiera que vivamos y cualquiera que sea nuestro idioma, nos solidarizamos con los explotados dondequiera que estén y con aquellos que viven las terribles condiciones de la guerra. Sentimos que es nuestro deber apoyar y solidarizarnos con las voces civiles y libertarias pero no con los partidos políticos, los gobiernos y los estados.1
Este texto es un intento de reflexión crítica sobre las tendencias militaristas contemporáneas en el movimiento anarquista. Al mismo tiempo, presenta perspectivas antimilitaristas como una forma de enfrentar la guerra no solo teóricamente, sino también para sabotearla en la práctica. Llama la atención cuántas personas que reivindican el anarquismo han abrazado la propaganda democrático-burguesa con el estallido de la guerra en Ucrania y apoyan la movilización bélica coordinada por el Estado ucraniano. Compartimos plenamente la preocupación de los anarquistas en Oakland, San Francisco, Nueva York y Pittsburgh, quienes dijeron en su declaración que no deseban ·”escuchar más llamados militaristas a la escalada de guerras interimperialistas entre los anarquistas”. Nos complace que esta voz indignada también se escuche desde otras partes del mundo, incluidas regiones de Europa central y oriental. Los propagandistas de la guerra tratan de invisibilizar esta voz, de ahogarla, de marginarla, pero siempre resurge, como muestra nuestro aporte.
Una guerra convencional de frentes entre ejércitos opuestos […] es el tipo de combate que los estados emprenden y, al requerir la réplica de formas organizativas estatistas, no convive bien con la lucha revolucionaria, como afirma el grupo Antagonismo2 en uno de sus análisis. Estamos de acuerdo y queremos desarrollar nuestra crítica hacia quienes apoyan a una de las partes beligerantes en este espíritu, sin por ello perder de vista a las personas afectadas por la guerra.
Nuestra renuencia a apoyar cualquier tipo de ejército y guerra no es una postura moralista pasiva. El rechazo es también una participación activa en formas de lucha distintas a la militar, que ve los problemas desde una perspectiva de clase y no patriótica, nacionalista o liberal democrática. No renunciamos a apoyar a las personas masacradas, traum¬atizadas y privadas de sus hogares por la guerra. Simplemente no compartimos la propaganda militarista que hace pasar la guerra como una forma constructiva de apoyar a estas personas. No tratmamos de alentar a la gente a no resistir la agresión imperialista, pero les advertimos de que en la guerra siempre se trata de luchar contra algunos agresores mientras se toma partido por otros y se proveen los medios para futuras agresiones.
[Continuación del texto en: https://contracultura.cc/wp-content/uploads/2023/01/Antimilitarismo-anarquista-y-mitos-sobre-la-guerra-en-Ucrania-3.pdf ]