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¿Qué es Freedom House?

De vez en cuando aparecen en prensa noticias sobre la puntuación o el ranking de algún Estado según Freedom House. ¿Pero qué es Freedom House? Y sobre todo, ¿cómo puntúa un concepto tan extenso como es la democracia?

            La primera cuestión planteada es bastante más sencilla que la segunda, una sencilla búsqueda en Google puede responderla. Freedom House es una organización no gubernamental estadounidense,  su objetivo es la expansión de la libertad  y la democracia. Como herramienta para dicho fin desarrollaron en los 70 un índice que mide el grado de libertad individual de los Estados del mundo. Sin embargo, en los medios no suelen hablar de la puntuación de la libertad de los países al hacer referencia a esta organización, sino a la puntuación de la democracia, ¿por qué pasa esto? La realidad es que a pesar de comenzar el índice con el objetivo de medir la libertad (de hecho el nombre del índice no es Freedom House, como lo referencian muchas veces, sino Freedom in the World), hacen una asociación entre el grado de libertad y el de democracia, con la idea de que en los sistemas democráticos es donde se alcanza mayor libertad. Es por esto que miden temas correspondientes al sistema político de los Estados.

            Tras haber respondido a la primera pregunta, y en orden de responder a la segunda, debo hacer una pequeña pausa para explicar qué es un índice. Los índices de democracia son herramientas que otorgan un valor cuantitativo a elementos que consideran importantes para la democracia, más adelante volveremos a esta definición, pero es importante que quede claro la parte final: “elementos que consideran importantes”. Es decir, el creador del índice decide qué medir, normalmente en base a lo que piensa que es o debería ser la democracia.

            Los índices se suelen componer de:

  • Variables que permiten otorgarle una puntuación a un elemento concreto de la realidad. Normalmente estas variables surgen de preguntas en un cuestionario, que pueden ser completadas por un experto o por una encuesta, dependiendo del caso. Potencialmente podríamos tener tantas variables como preguntas sobre un sistema político se nos ocurran. Por lo general, las variables vienen acompañas de una pregunta, que facilita su comprensión. Un ejemplo de pregunta sería: ¿Existen elecciones libres y justas? Sin embargo, si así lo deseáramos podríamos profundizar en esta cuestión, dividiendo la pregunta según tipos de elecciones, por ejemplo: ¿Las elecciones a la cámara baja son libres y justas? Aún en este caso se podría profundizar más, preguntando por aspectos técnicos de las elecciones: ¿Hubo observadores internacionales en las elecciones a la cámara baja? En caso afirmativo, ¿qué evaluación dieron? Aunque se pueda profundizar tanto, hay que tener en cuenta que a más profundidad (y mayor número de variables), mayor será la dificultad de recopilar la información.
  • Grupos de variables que se suelen utilizar como ayuda conceptual, pero que sin embargo en el índice que hace Freedom House tiene importancia en el tercer componente.
  • La agregación de variables es la fórmula matemática que tiene el índice para a partir de las puntuaciones de las variables otorgar una puntuación general. Puede ser desde una media aritmética a complejas fórmulas. La agregación de Freedom in the World es una escala de 0 a 100, siendo 0 el peor nivel de libertad y 100 el mayor. Tienen otro sistema de agregación, entre 1 y 7, siendo 1 la mayor libertad y 7 la menor, que es utilizado para agrupar a los Estados.

            A la hora de presentar la información algunos índices agrupan a los países según sus puntuaciones. Freedom House, por ejemplo, divide a los Estados en tres grupos: “Free” (entre 1 y 2,5), “Partly free” (entre 3 y 5) y “Not free” (entre 5,5 y 7). Esta distinción en grupos da lugar a coloridos mapas e infografías, mostrando qué Estados son libres y cuáles no, los porcentajes de población en Estados y similares. Sin embargo, desde un punto de vista analítico estos grupos son más un estorbo que una ayuda, pues agrupa a países muy diferentes en grupos, sin analizar su situación real. Por ejemplo: tanto Túnez como Noruega se consideran libres, y Bolivia, Colombia y Kuwait son parcialmente libres, no hace falta salirse del índice para entender que aunque estos países estén en las mismas categorías, el funcionamiento de sus instituciones no tiene nada que ver (en la puntuación agregada sobre 100 tienen: Noruega 100, Túnez 70, Bolivia 67, Colombia 65 y Kuwait 36).

            Estos problemas en la presentación de los datos son las causas más claras de información cuestionable que reproducen los medios, y aunque a un nivel técnico no parezca especialmente importante, da pie a errores o manipulaciones. Sin embargo es un aspecto más técnico del índice el que se puede criticar más duramente.

            Este aspecto son las variables, es decir, ¿qué se mide? Son 26 cuestiones, agrupadas en dos grupos: Derechos políticos y libertades civiles. En la imagen se pueden observar las variables y cómo se agrupan, cada una tiene una puntuación entre 0 y 4.

            Hablar de cada una de las variables haría necesaria una extensión enorme, por lo que lo evitaré por ahora, sin embargo sí que me gustaría entrar en aquellas variables que no están. Como expliqué al principio, los índices se realizan en base a la importancia que el creador otorga a cada variable en la democracia, pero reducir el funcionamiento de la democracia a 26 preguntas parece algo escaso, ¿no?

            Antes de tratar los temas que no se tratan, tratemos los temas que se tratan con poca profundidad. Se trata con poca profundidad aquellas cuestiones relacionadas con el diseño institucional del Estado, y más específicamente el funcionamiento del poder legislativo y el poder ejecutivo, así como las relaciones entre ellos. No se mide la capacidad de control del legislativo sobre el ejecutivo, que es una de las cuestiones básicas de la separación de poderes y los contrapesos del Estado. Tampoco se mide la capacidad del ejecutivo para legislar, o las diferencias de poderes entre jefe de estado y jefe de gobierno. Otro tema relevante para el funcionamiento de la democracia es la existencia de la corrupción y cómo se trata, a este respecto sólo hay una variable (C2), que mide las garantías contra la corrupción. Lo cuál puede ser limitado para saber la extensión de la corrupción en el Estado.

            Hay algo sumamente importante para el funcionamiento democrático que es ignorado por Freedom House: los derechos sociales. No hay ninguna variable que mida un solo aspecto de los derechos sociales, ni siquiera grado de alfabetización o el grado de salud pública (como puede ser limpieza de las calles, servicios sanitarios, agua potable…), que son de los derechos sociales más extendidos por el mundo y que más afectan a la democracia. Ya no entremos en aspectos como el grado de desigualdad económica o las medidas económicas para paliar dicha desigualdad.

            Sí que existe alguna variable sobre la prensa (D1), pero no termina de entrar en el tema con la profundidad que merece. La prensa es uno de los grandes agentes en una democracia, creadores de opinión pública y teórico guardián del poder. Sin embargo, medir si existe libertad de prensa o independencia de los medios es quedarse corto, pues deja fuera aspectos como la pluralidad de visiones en los medios o el alcance de cada uno (si hay 2 o 3 periódicos que llegan a una inmensa mayoría de la población y el resto son muy minoritarios, la pluralidad real de la prensa se puede cuestionar).

            La cultura política de un determinado grupo suele tener impacto en el funcionamiento de la democracia. La tolerancia (o no) de las ideas diferentes es uno de los pilares de la democracia, sin esa tolerancia no puede haber debate y las elecciones se reducen a competencias entre facciones, es decir, la capacidad de elegir a un partido por cuatro años, más parecido a una dictadura con restricciones que al ideal democrático. Otro importante aspecto de la cultura política es la visión que la ciudadanía tiene sobre la política y las instituciones, ¿qué opina la ciudadanía de la democracia? ¿Cuántos prefieren un gobierno militar? ¿Y tecnocrático? ¿La ciudadanía confía o desconfía de las instituciones?

            Y por último, se obvia cualquier tipo de medición a niveles sub-estatales. Es perfectamente posible que el funcionamiento democrático sea diferente entre regiones, o entre ciudades, así como entre el funcionamiento a nivel estatal y a otros niveles. A lo largo de la historia hay ejemplos de cómo la democracia se ejerce en niveles locales a pesar de la inexistencia de la misma a niveles superiores.

            Antes de concluir, me gustaría explicar por qué algunas de estos temas no se tienen en cuenta o se ignoran por parte de Freedom House. Lo primero es la definición liberal de la democracia que tienen, que lleva a no darle importancia a derechos sociales y funcionamientos efectivos de muchos aspectos democráticos. El segundo es la dificultad para medir datos de calidad y anualmente de algunos aspectos, esencialmente la cultura política y la democracia local. Sí que existen estudios de ambos temas, pero son bastante focalizados, y el tiempo necesario para realizarlo suele ser mayor al año. Esta idea de realizar índices de forma anual puede parecer caprichosa. ¿Por qué no hacerlo bianual? Porque se pierde la capacidad de estudiar en profundidad la evolución de los Estados, si fuera posible se debería hacer cada 6 meses o menos, pero el coste sería enorme. Además es el estándar en los índices, que hace que en muchos casos se puedan comparar los resultados.

            La finalidad de este artículo no es de ninguna manera convencer de la validez o no de la información de Freedom House, sino aportar información sobre qué son esos datos. En un momento en el que la inmediatez de la información es la regla, parar un segundo a entenderla es la distinción entre un ciudadano informado y uno que no. La democracia es una idea que se ha utilizado como arma arrojadiza, con la que se han excusado guerras y revoluciones, y el método para medirla es una extensión de dicha arma. El lector debe entender cómo se mide para distinguir cuándo el uso de legítimo o una simple excusa para alcanzar otro fin.

            Para aquellos interesados en profundizar en el tema recomiendo acceder a la página del índice (https://freedomhouse.org/report/freedom-world/freedom-world-2018) y leer la metodología (https://freedomhouse.org/report/methodology-freedom-world-2018), donde publican cada pregunta en detalle.

Por Carlos Pulido. (Graduado en Ciencias Políticas) – @cpulrod en Twitter

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